Lo primero que realizamos es el relleno del pollo que lo podemos hacer desde el día anterior.

En una cacerola con agua caliente y sal cocemos los huevos de codorniz unos 6 minutos.

En una sartén ponemos 2 cucharadas de manteca a derretir y con ella doramos las almendras.

Una vez doradas añadimos la carne molida y salpimentada.

Troceamos las manzanas en cuadritos pequeños y las añadimos.

Añadimos las especias (canela, nuez moscada y pimienta molida).

Preparamos un vaso de vino dulce...

... y lo añadimos.

Esperamos a que evapore el alcohol y añadimos los dátiles troceados...

... y el paté. Te sugiero que sea de buena calidad.

Lo removemos todo bien y lo reservamos hasta que enfríe. Si es de un día para otro mete el relleno en la nevera.

Pelamos y reservamos también los huevos de codorniz en la nevera.

Pedimos al carnicero que nos quite la carcasa del pollo dejando las extremidades con hueso.

Salpimentamos el pollo por dentro y lo rellenamos cosiéndolo con hilo de bridar y una aguja grande para que no se salga el relleno tanto por el cuello como por el orificio inferior. Lo metemos al horno en una fuente a temperatura máxima untado con la manteca durante media hora.

Entonces abrimos el horno, damos la vuelta al pollo, ponemos un poco más de manteca, lo rociamos con una mezcla de 200 mililitros de vino dulce, una copita de coñac y unos 300 mililitros de agua. Bajamos la temperatura a 160ºC durante 1 hora y media.

Cada 15 minutos, más o menos, abrimos el horno y lo rociamos con el jugo para que no se nos seque.

Una vez transcurrido el tiempo sacamos el pollo del horno.

Lo cortamos ayudándonos de un buen cuchillo, haciendo rodajas de 1,5 – 2 cm de grosor.

Aprovechamos los jugos y los ponemos en una cacerola a reducir para acompañar el pollo relleno de Navidad.

En esta ocasión lo acompañé con un puré de castañas (leer receta), unos boletus salteados (leer receta) y una salsa de frutos rojos (leer receta).