En un molde forrado con un papel de horno ponemos la masa quebrada ayudándonos de las yemas de los dedos para darle forma y con un tenedor la pinchamos por todas partes para que no suba.

Ponemos por encima otro papel de horno y lo cubrimos con medio kilo de garbanzos.

Cuando uses estos garbanzos déjalos enfriar y consérvalos en un bote hermético para posteriores usos.

Precalienta el horno a 200ºC e introduce la masa quebrada bajando la temperatura del horno a 180ºC.

Pasados 15 minutos saca la masa del horno, retira los garbanzos con el papel que la cubría e introdúcela de nuevo en el horno otros 10 – 15 minutos hasta que esté completamente dorada y resérvala hasta que esté fría.

La crema pastelera la habremos hecho con anterioridad para utilizarla fría (leer receta).

Mientras lavamos las ciruelas rojas,

reservamos 2 para decorar...

... y el resto las pelamos, las cortamos por la mitad...

... y finalmente en gajos.

Una vez que la masa quebrada esté fría rellenamos el fondo con los gajos de las ciruelas rojas,

la cubrimos con la crema pastelera...

... y la decoramos con las 2 ciruelas reservadas.

Para darle brillo puse la mermelada de ciruelas con el agua en el microondas durante 30 segundos y la batí para que quedara más fina y poder pintar la fruta con ella.

Con la ayuda de un pincel termina la decoración.

Introdúcela en la nevera hasta el momento de comerla. ¡A disfrutar de la tarta de ciruelas rojas!