El shortbread es una galleta tradicional de Escocia que lleva una parte de azúcar, dos de mantequilla y tres de harina de trigo. En este caso la he utilizado para formar la base de una tarta con mermelada, crema pastelera y fresas frescas.
Te aconsejo empezar la elaboración preparando el día antes la base de galleta de mantequilla (shortbread).
Para ello ponemos en un bol la harina con el azúcar glass o extrafina, la harina y una pizca de sal.
Preparamos la cantidad de mantequilla en pomada...
... y se la añadimos al bol de la harina y el azúcar.
Utilizando los dedos de la mano y con movimientos rápidos mezclamos la mantequilla con el resto de ingredientes hasta que tenga consistencia de migas.
Cuando la mezcla esté se formará una masa muy quebradiza que debemos sellar con film transparente y la refrigeramos en la nevera al menos durante diez minutos.
Pasado el tiempo ponemos la masa en la bandeja de horno sobre papel de horno...
... y la extendemos en el molde que vayamos a utilizar para hacer la base, en este caso utilicé un aro de 20 centímetros de diámetro, con la palma de las manos hasta completar la superficie.
Precalentamos el horno a 180ºC, metemos la bandeja en el horno y la horneamos durante 20 minutos.
Pasado el tiempo sacamos la bandeja del horno y dejamos que la base de galleta se enfríe y la guardamos hasta el momento del montaje.
Yo la dejé hasta el día siguiente sin refrigerarla.
Igualmente preparé medio litro de crema pastelera con la técnica de crema pastelera al microondas (leer receta) y la reservé también, cubierta con film pegado a la superficie, en la nevera.
Cuando vayamos a continuar con el montaje de la tarta empezamos cubriendo la galleta con una mermelada, en este caso utilicé una mermelada de fresas.
Con una cuchara vas poniendo porciones de la mermelada...
... extendiéndola con el dorso de la cuchara hasta cubrirla.
Encima de la capa de mermelada coloqué una buena capa de crema pastelera hasta cubrir por completo la superficie.
La tarta se completa con una capa de fresas naturales.
Para ello, lava las fresas, retírales los rabitos y las hojas verdes y córtalas en porciones guardando alguna para decorar.
Cubre la capa de crema pastelera con las fresas intentando que lleguen hasta el borde del aro para cubrir la mayor parte.
Mantenla refrigerando en la nevera hasta el momento de consumirla.
Entonces retírale el aro de emplatar para desmoldarla y ponla en la bandeja de presentación que tú desees y podrás ver las distintas capas de la tarta.
Córtala en porciones y sírvela.
Este shortbread de fresas con crema pastelera sorprenderá a los tuyos, a buen seguro.