Conseguimos una base de bizcocho fino en cualquier gran superficie o se lo encargamos al panadero de nuestro barrio.

Desenrrollamos el bizcocho y lo bañamos con salsa rosa. A continuación le ponemos el salmón cubriendo todo el espacio del bizcocho, menos en el último filo para que no salga el relleno por fuera.

Picamos los huevos, muy pequeñitos. Si tienes el aparatito para cortarlos en rodajas hacemos las rodajas y seguidamente le damos la vuelta al huevo y volvemos a cortarlo para que nos queden unos trozos pequeños.

Por último hacemos un rollo dejándolo bien prensado con mucha suavidad para que no se nos rompa el bizcocho.

Cubrimos con un film transparente y lo metemos en la nevera para su conservación hasta el momento de servirlo.

Para servirlo se corta en rodajas de 1,5 centímetros de grosor.

Con este rollo da para aproximadamente 8 personas si comen dos trozos por cabeza. ¡A disfrutar de los rollos de salmón.