En una cacerola ponemos a pochar cebolla, ajo y pimiento, todo bien picadito. Añadimos un poquito de sal para que sude la verdura y que se poche antes.

Seguidamente añadimos la carne picada con un poco de pimienta.

Dejamos rehogar y a continuación añadimos la salsa de tomate, el orégano y la albahaca; si la tenemos fresca, la troceamos bien, y si no, pues se le añade seca. Removemos hasta que esté todo bien guisado y reservamos.

Seguidamente ponemos agua caliente con un poquito de aceite e introducimos las placas una a una. Dejamos que se ablanden. Es preferible hacer lo que nos dice cada fabricante.

A continuación, cogemos un recipiente, ponemos salsa de tomate y encima vamos acoplando las placas de la lasaña.

Y luego añadimos la carne, hasta cubrir la placa.

Seguidamente, ponemos otra capa de placa y carne, para finalizar con una placa de lasaña y encima ponemos la bechamel hasta cubrir y añadimos queso rallado.

Metemos en el horno unos 20 minutos previamente caliente y dejamos a una temperatura de 180ºC, aproximadamente.

Y por último, usamos el gratinador para que dore el queso y se nos quede con un aspecto como este. ¡Sale exquisita!

Para preparar la lasaña, podemos usar o bien un recipiente de horno grande y hacerla toda junta para luego trocearla, o bien en porciones individuales, que es mucho más cómodo a la hora de comer.

Nota: si se quiere, esta lasaña se puede hacer también mixta y utilizar una capa de carne y otra de verduras salteaditas con un poquito de bechamel dentro (que queda más jugosa) y también así está muy buena. O si prefieres y eres vegetariano, puedes preparar una rica lasaña vegetal.