Empezamos la elaboración preparando la pasta de pistachos.
Si dispones de ella, bien, y si no pelas los pistachos y los trituras en batidora.
Preparamos el resto de ingredientes.
En este caso conseguí unas frambuesas congeladas.
Colocamos en un bol amplio las claras templadas y la harina tamizada,
añadiendo la almendra molida y el azúcar.
Mezclamos bien usando unas varillas manuales y luego añadimos la pasta de pistachos.
Continuamos mezclando con las varillas manuales hasta que esté todo integrado.
El siguiente procedimiento es hacer la mantequilla avellana.
Para ello ponemos la mantequilla en un cazo a fuego medio-bajo.
Removemos hasta que empiezan a aparecer grasas blancas de la mantequilla...
... y seguimos removiendo con paciencia hasta que adquiere un color dorado y aparece un aroma riquísimo a avellanas.
Entonces retiramos del fuego y añadimos la mantequilla al bol con el resto de la mezcla.
Con una lengua mezclamos todo bien hasta integrar.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Verter porciones de la masa, usando un dosificador de helados, en un molde rectangular con forma de lingote o en moldes de magdalena ocupando sólo dos tercios de su capacidad, colocados en una bandeja de horno.
Yo usé unos moldes de papel desechables que tenía en casa.
Luego hay que ir poniendo las frambuesas en cada molde pinchadas en la masa.
Metemos en el horno y horneamos durante 2 minutos a 200ºC y luego bajamos la temperatura a 180ºC y horneamos otros 18 minutos, hasta que veamos que doran ligeramente y que se agrietan por encima.
Entonces los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Aún calientes los espolvoreamos por encima con azúcar normal en forma de lluvia.
Los financiers de frambuesas y pistachos están listos para comer.
Si quieres, puedes leer la receta de financiers al microondas que preparamos en
este enlace.