Compramos unos codillos de cerdo, de los que ya vienen precocinados. Los pueden encontrar en muchas tiendas de alimentación.
Los sacamos del envoltorio y los limpiamos un poco de la grasa que traen. Los colocamos en una bandeja de horno y los introducimos con el horno previamente caliente a 200 ºC.
Dejamos en el horno unos 20 - 25 minutos y los codillos de cerdo al horno ya están listos para comer.
Podemos acompañarlos de unas papas fritas, aunque también podemos trincharlos quitándoles la piel y el hueso para facilitar el trabajo a los comensales.