Troceamos la cebolla cortada finamente en juliana.
Lavamos y cortamos los calabacines en rodajas no muy gordas.
En una sartén amplia con un chorro de aceite de oliva ponemos a sofreír los calabacines con un poco de sal dejando que cuezan a fuego moderado unos 10 minutos para que vayan soltando el agua.
A más pequeños los calabacines menos cantidad de agua sueltan.
En dicho momento añadimos las cebollas,
removemos todo bien con mucha suavidad para que no se nos rompan los calabacines y dejamos cocer aproximadamente unos 20 minutos más siempre a fuego moderado.
Dejamos que siga reduciendo el agua y finalmente añadimos los 4 huevos enteros...
... y con la ayuda de una cuchara de madera removemos con cuidado los huevos para que se mezclen con la cebolla y los calabacines.
Una vez cuajados los retiramos del fuego y tu zarangollo está listo para comer.
En este caso, para acompañar el plato tosté unas rodajas de pan.