Cortamos las rebanadas de pan del día anterior,
las metemos en un vaso picador para triturarlas...
... y, una vez trituradas, las reservamos.
En un bol ponemos los dos huevos con una pizca de sal y los batimos bien como para hacer tortillas.
En un vasito ponemos las hojas de perejil lavadas y las picamos bien con ayuda de unas tijeras.
Machacamos los dos dientes de ajo y los añadimos a los huevos batidos junto con el perejil...
... echando también el pan triturado.
Removemos bien con ayuda de una cuchara hasta que esté todo integrado.
Con dos cucharas hacemos pequeñas quenelles...
... y las ponemos a freír en una sartén con abundante aceite bien caliente (puede ser de girasol o de oliva)...
... dejándolas dorar y dándoles la vuelta cuando estén doraditas. Finalmente, las ponemos en un plato con papel absorbente para que absorba el exceso de aceite.
Hay dos formas de ponerlas en tu potaje de vigilia: o bien cuando haz finalizado la cocción poniéndolas encima del potaje, o bien en el momento de servirlo para que estén bien crujientes.
Las tortillitas de San José están listas para comer.