En un recipiente ponemos la mantequilla que habremos dejado a temperatura ambiente para que se ponga blandita para poderla trabajar.
Añadimos las claras de huevos que habremos pesado, aproximadamente, dependiendo del tamaño del huevo serán 2 o 3 huevos.
En repostería siempre es aconsejable poner exactamente el peso indicado de los ingredientes para que nos salga un buen postre.
Removemos con una varilla y añadimos el azúcar glass y seguimos moviendo.
Añadimos finalmente la harina...
...y seguimos moviendo bien hasta conseguir una masa lisa.
Precalentamos el horno a 160ºC.
Colocamos un papel de horno sobre la bandeja y con una cuchara sopera ponemos un poco de la mezcla haciendo unos círculos. Las decoramos con unas láminas de almendras.
Te aconsejo no las pegues mucho ya que cuando se calientan tienden a expandirse.
Las dejamos dorar en el horno durante unos 20 minutos aproximadamente dependiendo del tipo de horno. Yo siempre me guío por el color dorado.
Sácalas del horno y ten preparado un rodillo o unas botellas donde las colocas unos segundos para que tomen la forma de teja.
Esta operación se debe hacer muy rápido ya que si se pone la masa dura no podrás moldearlas. ¡A disfrutar de las tejas!
Esta masa sirve también para hacer unos cuencos para tomar rellenos de un helado, frutos rojos o con lo que te apetezca. Si quieres hacerlas en forma de cuenco utiliza como molde una flanera pequeña o una tacita y así puedes conseguir las formas que desees.
En caso de que se te haya enfriado la teja y no puedas moldearla puedes introducirla de nuevo en el horno para que se calienten.
Ten siempre todo preparado donde vayas a moldearlas dado que esta operación debes realizarla muy rápidamente.