Te aconsejo que empieces forrando el molde con papel de horno, tanto la base como los laterales, con una capa alta en el lateral.
Utilicé un molde redondo de 21 – 22 centímetros de diámetro.
Empezamos la elaboración de la tarta batiendo los huevos con ayuda de varillas eléctricas hasta que doblen su tamaño, durante unos 5 minutos.
Añadimos el azúcar blanquillo en lluvia mientras seguimos batiendo con las varillas eléctricas hasta tener una mezcla blanquecina.
A continuación, vertemos los yogures griegos...
... y los integramos mezclando a una velocidad más baja.
Incorporamos a la mezcla los 600 gramos de queso crema...
... batiendo enérgicamente hasta tener una mezcla homogénea con todo el queso integrado.
Solo queda agregar la maizena tamizada...
... mezclando con una lengua hasta que hayan desaparecido los grumos.
Volcamos la mezcla en el molde forrado y metemos en el horno precalentado, horneando a 180ºC durante 45 – 60 minutos (en mi caso estuvo 60 minutos) comprobando con palito que salga limpio.
En dicho momento decidí dejar la tarta enfriar por completo en el horno apagado con la puerta entreabierta.
Pasadas unas horas y ya fría, retiré el aro del molde y la puse a refrigerar en la nevera durante unas 3 horas.
Pasado el tiempo la saqué de la nevera...
... y la desmoldé colocándola en la bandeja de presentación.
Para hacer la cobertura calenté en un cazo durante unos segundos la mermelada de membrillo y cuando tuvo una consistencia más fina y con ayuda de una cuchara cubrí la tarta.
Tu tarta de yogur griego y queso con cobertura de mermelada de membrillo está lista para comer.
Córtala en porciones limpiando el cuchillo tras cada corte y sírvela.