En un caldero ponemos un chorro de aceite de oliva con la mantequilla a fuego lento para que se derrita sin quemarse.
Cortamos la cebolla en juliana finita...
...y la añadimos al caldero.
La dejamos dorar a fuego muy lento durante unos 40 minutos.
Mientras, cortamos el pan en rodajas finitas, lo tostamos bien con tostadora o al horno y reservamos.
Cuando la cebolla esté bien pochada añadimos el brandy y subimos el fuego para que evapore el alcohol.
Seguidamente ponemos el caldo y dejamos que hierva.
Añadimos los trozos de pan tostado.
Dejamos unos minutos más y servimos la sopa en recipientes individuales cubriéndola con bastante queso rallado.
Introducimos los recipientes al horno previamente caliente y usando el gratinador para que se dore el queso, teniendo la precaución de observarlo continuamente para que no se nos queme.
Tu sopa de cebolla ya está lista para comer.