En una sartén ponemos un buen chorro de miel.
Cuando empieza a calentar añadimos los plátanos enteros y pelados.
Cuando empiecen a tomar color les damos la vuelta.
Seguimos cociendo hasta que tomen el punto que más nos guste. Si te apetece puedes añadirle un poco de licor, en cuyo caso no sería apto para
niños.
Podemos acompañarlos con nata montada para lo cual pondremos en un vaso adecuado los 200 mililitros de nata, que esté bien fría.
Si tienes unas varillas eléctricas se hace en un par de minutos. De lo contrario, puedes hacerla con unas varillas normales añadiéndole al final unas 3 cucharadas de azúcar.
La montamos.
He usado una manga pastelera desechable para hacer la decoración.
Una vez terminada la cocción servimos en un plato y decoramos a nuestro gusto con la nata.
Por último colocamos por encima unas semillitas de sésamo tostadas o unas almendras laminadas o cualquier otra cosa que se te ocurra.