Te aconsejo que empieces forrando el molde que vayas a usar para poner el pastel, en mi caso usé uno tipo plumcake de cristal.
Lo siguiente es hidratar la gelatina y para ello vertemos, sobre el agua fría, la gelatina en polvo en forma de lluvia dejando que pasen unos minutos.
Vamos haciendo el pastel colocando en un caldero la leche, la nata, la leche condensada, el azúcar y el cacao en polvo. Mezclamos bien con unas varillas manuales y lo ponemos al fuego a temperatura media-baja esperando que caliente pero sin dejar hervir.
Troceamos el chocolate...
... y cuando esté bien caliente la mezcla que tenemos en el caldero la retiramos del fuego y le volcamos el chocolate troceado.
Dejamos reposar durante un par de minutos para después remover hasta que el chocolate esté fundido.
Es el momento de calentar la gelatina hidratada y para ello la metemos en el microondas dándole un golpe de 30 segundos sin dejar que hierva, para luego verterla sobre la mezcla de chocolate removiendo bien.
Pasamos la mezcla que tenemos en el caldero a un bol a través de un colador y dejamos que enfríe, removiendo periódicamente hasta que empiece a espesar.
Puedes acortar el tiempo de espera colocando el bol en otro recipiente mayor con agua fría y cubitos de hielo.
Cuando haya empezado a espesar ya la podemos volcar en el molde que habíamos forrado y lo metemos en la nevera tapado hasta que la mezcla cuaje entre 4 – 6 horas y mejor de un día para otro.
Pasado el tiempo sacamos el pastel de la nevera y lo desmoldamos...
... poniendo el plato de presentación encima y le damos la vuelta para luego retirar, con cuidado, el papel de horno.
Luego lo espolvoreamos con una cucharada de cacao en polvo, colocado en un colador pequeño, por toda la superficie del pastel.
Puedes servirlo así o decorarlo a tu gusto.
En mi caso hice un poco de nata montada (con cincuenta gramos de nata y una cucharada de azúcar glass) y la puse en una manga pastelera con una boquilla rizada.
Decoré el pastel con montoncitos de la nata montada por el centro.
Conserva el pastel en la nevera hasta su uso.
Para servirlo lo cortamos en porciones y si lo deseas puedes acompañarlo con un poco más de nata montada.
El pastel de chocolate japonés está listo para que lo devoren.