Con la nuez de mantequilla engrasamos un molde para meter en el horno.
En un recipiente calentamos el caldo de pollo.
Antes de que empiece a hervir añadimos los 200 ml de nata.
Dejamos que cueza unos minutos a fuego suave
y añadimos la mostaza de Dijon.
Preparamos los ingredientes secos: harina, tomillo, sal y pimienta.
Se los añadimos.
Removemos todo con ayuda de unas varillas. Si notas que está algo espeso añádele un chorrito de leche entera.
Por otro lado y para acelerar la cocción habremos frito ligeramente las papas cortadas en rodajas.
Rallamos el queso Gruyère y lo reservamos.
En el molde ponemos una cama de papas...
... otra capa de lacón...
... otra capa de queso...
... y con ayuda de un cucharón ponemos la mezcla que habíamos hecho al fuego.
Vamos colocando capas de papas, lacón, queso y
mezcla hasta terminar con una base de papas, queso y mezcla.
Espolvoreamos con un poco de pan rallado para que se nos quede dorado por encima.
Habremos precalentado el horno 10 minutos antes e introducimos la bandeja a 200ºC durante 45 minutos. Si notas que se te va a tostar demasiado cúbrela con una hoja de papel de aluminio.
Tras sacar del horno déjalo reposar durante unos 10 – 15 minutos (si resisten, ya que el olor invade la casa por completo), porque te será más fácil para servir.
Si dispones de cuencos individuales haz uno por persona. ¡A disfrutar del papas gratinadas con lacón!