Empezamos cortando el bacon en tiras finas...
... poniéndolo en el caldero en el que vayamos a hacer la bechamel sin nada de aceite al fuego.
Lo tenemos al fuego dejándolo que se vaya haciendo y soltando su grasa.
Cuando el bacon esté tostadito lo sacamos del caldero poniéndolo en un plato para su uso posterior.
Aprovechamos la grasa que quedó del bacon en el caldero para usarla para la bechamel y si es escasa añadimos mantequilla y la ponemos a fundir.
Seguimos añadiendo la harina de golpe, removiéndola bien para tener el roux y dejándola cocer unos minutos.
Luego añadimos la leche sin dejar de remover con unas varillas manuales.
Podemos añadir nuez moscada rallada y pimienta blanca molida si lo deseamos.
La salsa aurora la obtendremos añadiendo a la bechamel clásica unas cucharadas de salsa de tomate frito, mejor casero, hasta que tenga el color del amanecer, de ahí su nombre de salsa aurora.
Así que vertemos un par de cucharadas del tomate frito...
... y vamos removiendo observando el cambio de color de la salsa,
añadiendo más tomate frito si lo creemos necesario...
... hasta que tenga el color deseado.
A la par que vamos haciendo la bechamel habremos puesto a cocer los macarrones en un caldero grande con abundante agua hirviendo y un puñadito de sal gorda durante el tiempo indicado por el fabricante.
Una vez esté la pasta al dente podemos verter unas cucharadas del caldo de cocción sobre la salsa aurora si la vemos que ha espesado.
Escurrimos la pasta dejándola en el mismo caldero de su cocción...
... y vertemos la salsa aurora al caldero mezclando bien.
Para el montaje del plato colocamos los macarrones con la salsa en el plato, agregamos trocitos de bacon tostado y espolvoreamos queso parmesano rallado al gusto.
Tus macarrones con bacon tostado y salsa aurora están listos para comer.