En un bol ponemos todos los ingredientes secos (harina, levadura, bicarbonato, sal, jengibre, canela y clavo).
En otro bol ponemos la mantequilla, el azúcar moreno y el huevo...
... y removemos bien hasta integrar los ingredientes.
Añadimos la melaza y el extracto de vainilla...
... removiendo de nuevo bien.
Vamos agregando los ingredientes secos y removiendo bien hasta integrar todo.
Usando las manos formamos una bola que colocamos en film transparente, la envolvemos bien y la metemos en la nevera a refrigerar mejor de un día para otro.
Cuando saquemos la masa de la nevera la dividimos en dos partes y la cubrimos con film transparente para estirarla más fácilmente con el rodillo.
Una vez estirada usamos el molde que deseemos para cortar las galletas.
Generalmente se utiliza este molde.
Cubrimos una bandeja de horno con papel de hornear y vamos colocando las galletas encima.
Precalentamos el horno y horneamos a 190º unos 7 – 9 minutos.
Las sacamos del horno y las dejamos que enfríen bien.
Lo más bonito de estas galletas es la decoración. He usado una glasa real usando 1 clara de huevo, unas gotas de limón y azúcar glass.
Montamos la clara casi a punto de nieve.
Añadimos el azúcar glass y una pizca de sal...
... y finalmente un chorrito de limón.
Removemos todo muy bien, debiendo quedar con una consistencia ligeramente espesa.
La ponemos en una manga pastelera con boquilla fina y vamos decorando las galletas.
Con un trozo de masa sobrante hice motivos navideños variados.
Esta glasa la puedes teñir de diferentes colores usando colorante alimentario en pasta. También se vende el colorante en tubitos con varios colores.
Yo utilicé rojo y verde, pues con esos colores estas strong>galletas de jengibre y canela sí que parecían ideales para la Navidad. ¡A disfrutarlas con los tuyos!