Empezamos la elaboración poniendo en un bol grande la mantequilla en pomada...
... batiéndola bien con unas varillas eléctricas durante un par de minutos hasta que blanquee.
Añadimos el azúcar moreno y continuamos batiendo un par de minutos más.
Luego agregamos el huevo ligeramente batido...
... y seguimos batiendo hasta integrar para añadir la almendra molida...
... que mezclamos bien hasta tener una mezcla homogénea.
En otro bol tamizamos la harina, la levadura y el cacao en polvo...
... y los mezclamos bien con ayuda de una cucharita...
... y vamos echándolo sobre la mezcla anterior en varias tandas.
Seguimos mezclando todos los ingredientes hasta que tengan la consistencia de una masa lisa.
La dividí en dos partes y las envolví en film de cocina para meterlas en la nevera durante media hora.
Pasado el tiempo vamos cogiendo porciones de masa de un tamaño similar con una cuchara (las mías pesaban unos 19 gramos).
Las boleamos con las manos humedecidas con agua o con aceite y las vamos poniendo en una bandeja de horno sobre papel de hornear, separadas dos o tres dedos entre sí, y las aplastamos un poquito por el centro.
Precalentamos el horno a 180ºC, las metemos en el horno y las horneamos entre 10 – 15 minutos (las mías estuvieron 15 minutos).
No las tengas más tiempo porque luego se endurecerán.
Pasado el tiempo sácalas del horno...
... y luego las dejas enfriar sobre una rejilla...
... hasta que estén completamente frías.
Para rellenarlas derrite el chocolate negro, bien al baño María o dándole golpes de 30 segundos en el microondas.
Una vez derretido déjalo atemperar y mételo en una manga pastelera o bien con una cuchara y vierte una pequeña cantidad sobre una galleta para luego cubrirla con otra galleta y ve colocándolas en el plato de presentación.
Debemos dejar que el chocolate fundido se enfríe y endurezca.
Tus galletas de chocolate rellenas están listas para comer.
Guárdalas en un recipiente hermético.