Empezamos elaborando una confitura con las frutas de temporada elegidas, en este caso manzanas, peras y ciruelas amarillas.
Después de lavarlas bien cortamos las manzanas y las peras retirándoles el corazón y las pepitas y cortando por la mitad las ciruelas, poniéndolo todo en un caldero con un fondo de aceite de oliva.
Vamos cociendo todo a fuego moderado y cuando lleven unos diez minutos añadimos el azúcar moreno, removiendo bien con una lengua para que el azúcar moreno se entremezcle con toda la fruta.
Dejamos cocer hasta que el azúcar se haya disuelto vertiendo entonces un chorrito de licor de whisky y dejamos que evapore el alcohol.
En dicho momento ya las ciruelas se han disuelto en el caramelo y retiramos las pepitas de las ciruelas que no habíamos retirado para no destrozar la fruta.
Pasados unos treinta minutos en total ya tenemos la confitura de frutas preparada y entonces la retiramos del fuego dejando que se atemperen en el mismo caldero.
El siguiente paso es elaborar una crema de limón con leche condensada y nata.
Mezclamos en un bol la leche condensada con la nata fría con ayuda de unas varillas eléctricas y vamos vertiendo el zumo de los limones recién exprimidos y colados...
... hasta tener la crema con dichos ingredientes integrados.
Ahora nos queda montar la charlota y para ello forramos un molde, tanto la base como los laterales, con papel de hornear.
Calentamos unos 250 mililitros de leche y la vertemos en un plato hondo para ir mojando los bizcochos de soletilla.
Una vez mojados los vamos poniendo verticales pegados a la pared del molde y rellenamos también la base con los bizcochos mojados.
Una vez puestos volcamos, con una cuchara o un cucharón, porciones de la crema de limón con leche condensada y nata sobre la base de bizcochos alisándolo con el dorso de una cuchara o una lengua.
Luego vamos a ir colocando capas de bizcochos mojados en leche tibia y cubiertos con crema de limón con leche condensada y nata hasta acabar con los bizcochos y la crema.
En mi caso, en total puse tres capas de bizcochos además de la base terminando con una capa de crema.
Pasado el tiempo ya la confitura de fruta había atemperado...
... y vamos volcándola sobre la última capa de crema ocupando toda la superficie de la charlota sin dejar huecos libres.
Tenemos que refrigerar la charlota para que cuaje la crema durante unas cuatro horas y mejor de un día para otro.
Pasado el tiempo la desmoldamos sin dificultad y la colocamos en el plato o bandeja de presentación.
Tu charlota de frutas de temporada está lista.
Al cortarla verás las distintas capas de la charlota.
Sírvela en porciones y disfruta.