Ponemos el solomillo en una fuente...

... y lo marinamos con mucha pimienta molida y sal en escamas por todas partes.

Lo cubrimos con film transparente y lo dejamos marinando en la nevera un par de horas.

En una plancha apta para horno bien caliente ponemos el solomillo a sellar...

... por todas partes.

Una vez sellado introducimos la bandeja en el horno precalentado a 220ºC y lo dejamos 15 – 20 minutos.

Lo sacamos del horno y lo cortamos en lonchas muy finas.

Mientras, preparamos el acompañamiento de la carne, que en esta ocasión ha sido unas hojas de rúcula puestas en remojo en agua fría una hora antes para que las hojas queden más crujientes, un aguacate troceado y unas láminas de queso parmesano.

Usamos una vinagreta con vinagre balsámico, aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal.

Este carpaccio de solomillo se puede tomar tanto en caliente como en frío.