Empezamos la elaboración preparando las papas y, para ello, las pelamos,
las cortamos en cuartos y las ponemos a sancochar (cocer) en un caldero con un puñadito de sal gorda...
... hasta que estén sancochadas.
En mi caso estuvieron quince minutos desde que empezó a hervir.
Una vez listas las escurrimos y las reservamos en un plato.
Pelamos las chalotas, las cortamos en juliana, pelamos el pimiento rojo y lo cortamos en tiras largas y laminamos los ajos pelados.
En un caldero con un chorrito de aceite de oliva virgen extra caliente ponemos a dorar los ajos laminados...
... y cuando empiecen a tomar color añadimos las chalotas y el pimiento...
... dejándolos sofreír, añadiendo un poquito de sal gorda.
Pasados unos minutos incorporamos la hoja de laurel, las ramitas de romero y tomillo, los granos de pimienta negra...
... y los trocitos de corteza de limón y seguimos rehogando.
Pasados unos minutos echamos la cucharada de pulpa de pimiento choricero...
... y enseguida y para que no se queme vertemos el vino (en este caso un Fino de Jerez) dejando evaporar el alcohol.
A continuación vertemos el vaso de agua...
... removiendo bien para luego poner las papas sancochadas, dejando cocinar unos minutos.
Aprovechamos para cortar el pescado en tacos y, como verás, aproveché para dejar entera la ventresca.
Por fin incorporamos el bonito al caldero introduciéndolo bien en el guiso.
Tapamos el caldero y dejamos cocer tapado durante dos o tres minutos.
Con el tiempo indicado es suficiente para que el bonito se cueza.
En este preciso momento echamos un chorrito de vinagre de Jerez.
Lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar unos minutos antes de servirlo.
Cuando lo vayas a servir espolvorea un poco de perejil fresco picadito por encima.
La caldereta escabechada de bonito está lista para comer.