En un bol ponemos los 4 huevos con el azúcar...
... y los mezclamos con ayuda de una varilla eléctrica.
Añadimos el aceite,
la harina y la levadura tamizadas y seguimos batiendo.
Rallamos la zanahoria...
... y se lo añadimos a la mezcla...
... con ayuda de una espátula ya que no debemos triturar la zanahoria.
Precalentamos el horno a 220ºC unos 10 minutos antes de meter el bizcocho.
Introducimos la mezcla en un molde que habremos encamisado (aceite o mantequilla y harina).
Metemos al horno y a los cinco minutos de haberlo metido bajamos la temperatura a 180ºC hasta finalizar la cocción.
Lo mantenemos en el horno unos 40 – 45 minutos dependiendo del tipo de horno y comprobando con un palito hasta que salga limpio.
Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Desmoldamos.
Si te apetece comerlo simplemente como un bizcocho espolvoréale, con ayuda de un colador, un poco de azúcar glass...
... y sírvelo en porciones.
Si te sientes con ganas de sorprender a los tuyos vuelca el bizcocho y córtalo en rebanadas horizontales con ayuda de un cuchillo de sierra.
Elaboramos la crema de queso poniendo la mantequilla en pomada junto con el azúcar glass y el queso cremoso (yo usé queso mascarpone) y ayudándote de unas varillas eléctricas prepara bien la crema hasta que esté bien homogénea.
Coloca una capa de crema de queso sobre una de las rebanadas del bizcocho y extiéndela con la ayuda de una espátula.
Ve colocando capas de bizcocho y crema de queso alternándolas y mete finalmente el bizcocho en la nevera durante un par de horas.
Sírve el bizcocho de zanahorias con frosting en porciones y buen provecho.