Te aconsejo que empieces con antelación a preparar la crema pastelera.
La hice al microondas (leer receta). Una vez hecha cúbrela con film pegado a la superficie para que no forme costra y déjala enfriar.
Luego disolvemos el azúcar en el vino blanco y lo calentamos un poco (lo calenté durante 40 segundos al microondas) y luego lo dejamos atemperar.
Continuamos poniendo la harina con la sal en un bol, hacemos un cráter en el centro y agregamos el resto de ingredientes (el vino blanco endulzado y la manteca de cerdo) y removemos bien con un tenedor para terminar amasando durante unos minutos hasta tener una masa lisa que se despega de las paredes.
La boleamos y la dejamos en el bol, tapándola con film y dejándola reposar durante 30 minutos.
Pasado el tiempo, retomamos la masa, hacemos un rulo con ella y cortamos 12 porciones (cada una pesó 39 gramos)...
... y las vamos estirando con un rodillo dándole forma de elipse con unas dimensiones aproximadas de 10 centímetros de ancho por 20 centímetros de largo, dejándolas finitas de grosor.
Las vamos rellenando con una cucharada de crema pastelera atemperada que colocamos en el centro de la elipse.
Pinta con un pincel de silicona los bordes de la masa estirada con clara de huevo y luego cerramos las empanadillas intentando que coincidan los bordes y los sellamos, con los dedos o con un tenedor, como es tradicional...
... y los vamos colocando en una bandeja enharinada.
Cuando vayas a freírlos ponemos a calentar el aceite en un caldero plano no muy alto y cuando esté caliente vamos colocando los bartolillos en grupos de 2 – 3.
Cuando estén doraditos por uno de los lados les damos la vuelta...
... hasta que estén bien dorados por todas partes sin dejarlos quemar.
Cuando estén fritos los ponemos en un plato con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
Pásalos a una bandeja de presentación.
Tus bartolillos madrileños están listos para comer.
Al servirlos espolvoréalos con azúcar glas.