Empezamos preparando la harina de media fuerza y lo hice mezclando 150 gramos de harina de fuerza con 150 gramos de harina floja.
Luego tamizamos las harinas en un bol añadiendo las dos cucharadas de azúcar glass (opcional), la pizquita de sal,...
... la canela en polvo...
... y culminamos vertiendo el vino y añadiendo la manteca de cerdo reblandecida.
Mezclamos todos los ingredientes (utilicé una rasqueta, pero puedes hacerlo también con una cuchara de madera) y finalizamos amasando manualmente sin trabajar la masa demasiado, sólo hasta tener una masa homogénea.
Ponemos la masa en un recipiente con tapa y la refrigeramos durante una o dos horas.
Pasado el tiempo retomamos la masa, la ponemos en la tabla y la estiramos con un rodillo hasta que tenga 1,5 – 2 centímetros de grosor.
Cortamos la masa estirada sacando porciones con un cortapastas redondo rizado...
... y las vamos colocando en una bandeja apta para el horno forrada con papel de hornear dejándolos reposar en la bandeja durante unos 15 minutos.
Precalentamos el horno a 200ºC y metemos la bandeja horneándolos durante unos 10 – 15 minutos, hasta que los veamos con los bordes doraditos y con la masa bien horneada.
Las sacamos del horno...
... pasándolas a enfriar en una rejilla.
Las dejamos enfriar sólo ligeramente para enseguida espolvorearlas generosamente con azúcar glass para darles el aspecto de las ‘Nevaditos’.
Como puedes observar en la imagen ya uno de los ratones que pululan por la cocina dio cuenta de uno de ellos.
Tus nevaditos o mantecados manchegos están listos para comer.
Algunos se marcharon bien presentados en una cajita...
... y otros se guardaron en un recipiente hermético.