Te aconsejo que empieces la elaboración preparando el molde.
Utilicé un molde redondo de 24 centímetros de diámetro y forré la base con papel de horno y los laterales con una tira de acetato (puedes usar papel de horno si no dispones de ella).
Seguimos preparando la base de la tarta y para ello mezclamos en un bol las galletas trituradas con la mantequilla derretida al microondas, mezclando bien dichos ingredientes con una cuchara.
Volcamos la mezcla sobre el molde forrado y con el dorso de la cuchara presionamos bien para que quede toda la base del molde cubierta con la mezcla.
Mientras preparamos la tarta te aconsejo que metas el molde en la nevera.
Continuamos preparando la tarta y lo primero es poner las hojas de gelatina a hidratar en un plato hondo con agua a temperatura ambiente.
Ponemos en un cazo la nata, el queso crema y la mantequilla a fuego moderado,
removiendo hasta que el queso esté fundido, sin llevar a ebullición.
Ya la gelatina estará hidratada,
la escurrimos bien y la volcamos en el cazo con la mezcla ya caliente removiendo hasta que la gelatina esté incorporada de manera uniforme.
Repartimos la mitad de dicha mezcla en dos boles.
A la par, derretimos el chocolate con leche y el chocolate blanco en dos cuencos separados y vertemos el chocolate con leche derretido en uno de los boles batiendo bien con unas varillas manuales.
Igualmente vertemos el chocolate blanco derretido en otro de los boles integrándolo también.
El siguiente paso es ir vertiendo la mezcla de cada uno de los boles sobre la base que teníamos refrigerando.
Utilicé para ello dos jarras dosificadoras, aunque puedes hacerlo también vertiendo 5 cucharadas de la mezcla cada vez.
Así que empecé vertiendo el chocolate blanco en el centro de la base...
... para seguir con el chocolate con leche, siempre en el centro.
Y repetimos los ciclos de chocolate blanco y después chocolate con leche...
... todas las veces que sean necesarias...
... hasta que terminemos con las mezclas.
En mi caso finalizó con el chocolate blanco en el centro.
Dejamos que la tarta se enfríe a temperatura ambiente, sin moverla del sitio para que vaya cuajando y cuando esté fría la metemos en la nevera dejándola refrigerar al menos 4 – 6 horas y mejor de un día para otro.
Pasado el tiempo desmoldamos la tarta retirando el aro del molde y la tira de acetato o de papel de horno lateral y la colocamos en el plato de presentación.
Tu tarta cebra de queso con dos chocolates está lista para servir.
Córtala en porciones...
... y sírvela.