Te aconsejo empezar forrando un molde redondo de 24 – 26 centímetros de diámetro, engrasándolo con un poco de aceite o mantequilla.
Luego pelamos y descorazonamos las manzanas y cortamos dos en trozos pequeños que reservamos en un bol con un poquito de zumo de limón.
Las otras dos manzanas las cortamos en laminitas de 3 milímetros de grosor y las colocamos sobre la base del molde intentando que la ocupen por completo.
Continuamos haciendo la tarta y para ello ponemos en un bol los huevos con el azúcar blanquillo y el extracto de vainilla batiendo con varillas eléctricas a máxima velocidad durante 6 – 7 minutos hasta que tripliquen su volumen.
Luego vertemos el aceite en hilillo...
... sin dejar de batir hasta integrar la mezcla.
Tamizamos y mezclamos la harina y la levadura...
... y la vamos volcando, poco a poco, en la mezcla anterior...
... sin dejar de batir hasta tener una mezcla uniforme.
Es el momento de echar las manzanas troceadas mezclando bien con una lengua para que se reparta.
Luego vertemos todo el contenido sobre el molde, encima de la capa de manzanas que habíamos puesto al principio.
Metemos en el horno precalentado y lo horneamos a 180ºC durante 45 – 50 minutos comprobando con palito que salga limpio.
Sacamos la tarta del horno dejándola atemperar un poco sobre una rejilla.
Entonces retiramos el aro exterior del molde,
ponemos un plato encima de la tarta, le damos la vuelta y retiramos el papel de horno y la parte inferior del molde.
Vertemos la mermelada que hayamos elegido sobre esta parte de la tarta echando cucharadas...
... que extendemos hasta cubrir toda la superficie con el dorso de una cuchara.
Córtala en porciones y sírvela.
Tu tarta de manzana invertida está lista para comer.
Refrigera el resto de la tarta que te quede.