El grisín o colín es un tipo de pan finito, alargado y crocante que se suele utilizar antes de las comidas. Los grisines de pimentón que te propongo son facilísimos de preparar y el resultado dejará boquiabiertos a los tuyos. Mis nietos se lo comieron el mismo día y no sobraron ni las migas.
Empezamos preparando la masa poniendo en un bol la harina de trigo, la sal y el pimentón y los mezclamos con una cucharita.
Agregamos el aceite de oliva y empezamos a remover.
Vamos vertiendo el vino blanco y luego el agua intentando integrar los ingredientes.
Finalmente amasamos manualmente o con amasadora hasta tener una masa uniforme que boleamos...
... y tapamos con film dejándola reposar treinta minutos a temperatura ambiente.
Pasado el tiempo recuperamos la bola, la ponemos en una tabla y la estiramos con un rodillo...
... hasta que tenga un grosor de unos dos milímetros.
Con un cuchillo o un cortador de pasta cortamos tiras de masa de un dedo de ancho.
Tomamos cada tira por los extremos y enrollamos cada extremo en sentido contrario y las ponemos en una bandeja de horno sobre papel de hornear intentando que queden separados.
Los metemos en el horno precalentado a 180ºC y los horneamos unos veinte minutos hasta que estén dorados y cocidos.
Entonces los sacamos del horno dejándolos atemperar.
Tus grisines de pimentón están listos para comer.
Guarda los que te sobren en un recipiente hermético.