Empezamos la elaboración poniendo en un bol la harina, el azúcar, la pizca de sal y la mantequilla muy fría cortada en cubitos...
... y los mezclamos con las yemas de los dedos rápidamente, para que la mantequilla no se caliente, hasta que la mezcla tenga una textura arenosa.
Pasamos la mezcla a una encimera sobre film de cocina para terminar de amasarlo durante 1 – 2 minutos hasta tener una bola y la dejamos cubierta con el film metiéndola a refrigerar en la nevera al menos 30 minutos.
Pasado el tiempo extendemos la masa sobre un molde redondo de 23 centímetros alisándola con el dorso de una cuchara y con las palmas de las manos.
Una vez que la masa esté bien extendida la pinchamos con un tenedor para evitar que se levante y para decorarla.
Metemos el molde en el horno precalentado entre 150ºC y 160ºC horneándolo durante 45 – 50 minutos.
Debemos evitar que tome color y si eso sucede es aconsejable abrir el horno de ½ a 1 minuto para bajar la temperatura del horno.
Cuando haya pasado el tiempo de horneado lo sacamos del horno dejándolo enfriar sobre una rejilla.
Cuando se haya atemperado un poco y aún caliente espolvoreamos azúcar blanquilla por encima.
Cuando esté fría y con mucho cuidado por su fragilidad, la desmoldamos. Usé una espátula grande para hacerlo.
Lo siguiente es cortar el Shortbread en porciones.
Utilicé un cuchillo cebollero para cortarlo, penetrando bien para dejar separadas las porciones.
Tus Galletas Escocesas o Shortbread están listas para comer.
Consérvalas metidas en un recipiente hermético si los roedores que pululan por la cocina no dan cuenta antes de ellas.