Te aconsejo que peles las castañas con la suficiente antelación.
Puedes hacerlo dándole unos cortes a cuchillo...
... y calentándolas unos minutos en el microondas, durante 20 – 30 minutos en el horno, en una sartén o cómo me parece menos trabajoso que es poniéndolas a hervir en un caldero con agua durante 5 – 10 minutos.
Una vez peladas por completo las reservamos.
Empezamos la elaboración poniendo en un caldero un fondo de aceite de oliva y ponemos a sofreír los puerros cortados en rodajas con una pizca de sal gorda.
Pasados unos minutos agregamos los champiñones laminados, reservando 5 – 6 láminas para la decoración final.
Removemos y dejamos rehogar durante unos 5 minutos.
Entonces vertemos el vino blanco dejando que evapore el alcohol durante 2 – 3 minutos para luego añadir las papas peladas y cortadas en trocitos pequeños.
Echamos las castañas peladas...
... y cubrimos los ingredientes con el caldo de pollo caliente.
Tapamos el caldero y dejamos a fuego moderado durante 25 – 30 minutos hasta que las papas estén cocidas.
Si ves que se queda sin líquido puedes ir añadiendo cucharones de caldo de pollo para asegurar la cocción.
Cuando las papas estén tiernas vertemos la leche evaporada,
mezclamos bien y luego trituramos con ayuda de una minipimer...
... hasta que esté todo bien triturado y quede una crema lisa.
Para el montaje del plato usamos para decorar los champiñones laminados que habíamos reservado,
partimos las láminas por la mitad con unas tijeras y las salteamos en una sartén con una gota de aceite de oliva hasta que estén dorados.
Tu crema de castañas con champiñones está lista para consumir.
Si te apetece puedes espolvorear por encima cebollino o tallos de perejil fresco picadito.