Empezamos la elaboración preparando los biscuits y para ello ponemos en un bol grande el azúcar moreno.
Ponemos la mantequilla fría cortada en cubitos en un bol pequeño...
... y la ponemos en pomada metiéndola en el microondas en la función de descongelación dándole golpes de diez segundos hasta que esté descongelada...
... y la agregamos al azúcar moreno...
... batiendo bien con ayuda de unas varillas eléctricas hasta tener una mezcla suave y esponjosa.
En otro bol tamizamos la harina de repostería, la levadura en polvo y el cacao en polvo...
... mezclándolos bien con una cucharita...
... y vamos agregando la mezcla al bol de la mantequilla y el azúcar moreno, poco a poco...
... hasta tener una mezcla integrada.
Entonces vertemos la cucharadita de extracto de vainilla y la mezclamos.
Preparamos los copos de maíz...
... y los agregamos a la mezcla.
Mi consejo, después de haber hecho la receta, es que no los deshagas porque son el armazón de las galletas y si los deshaces al hornearla se te van a aplastar.
Cogemos porciones de masa de unos 21 – 22 gramos de peso (como media cucharada sopera), las boleamos y las ponemos en una bandeja de horno sobre papel de hornear separadas unos 4 centímetros y las aplastamos ligeramente, primero con los dedos y luego con un tenedor.
Las metemos en el horno precalentado a 180º y las horneamos de 12 a 15 minutos hasta que estén firmes al tacto.
Entonces las sacamos del horno...
... y las dejamos enfriar unos minutos para luego pasarlas a una rejilla para que enfríen por completo.
Cuando hayan enfriado preparamos el glaseado de chocolate.
Empezamos tamizando el azúcar glass y las tres cucharadas de cacao en polvo en un bol que reservamos.
Ponemos en un cazo a fuego bajito el azúcar normal, la mantequilla y las tres cucharadas de agua...
... dejando que se forme un almíbar y la mantequilla se disuelva por completo en la mezcla y tengamos un jarabe.
Entonces vamos añadiendo cucharada a cucharada del jarabe sobre la mezcla de azúcar glass y cacao que habíamos reservado...
... mezclando con una lengua hasta que la glasa tenga la consistencia deseada.
Puedes meter la glasa en una manga pastelera o simplemente ir cogiendo cucharaditas de la glasa y poniéndolas encima de los biscuits fríos.
Antes de que la glasa se endurezca ponemos media nuez y apretamos para dejarla adherida.
Debe pasar al menos una hora para que esté la glasa dura y pueda consumirse.
Si deseas guardar tus biscuits afganos y los ratones que pululan por la cocina no han dado cuenta de que quedan, ponlos en un recipiente hermético.