Empezamos la elaboración cociendo la calabaza.
Para ello la pelamos, la cortamos en cubitos y la ponemos en un caldero cubierta de agua y la tenemos cociendo durante unos diez minutos, hasta que veamos que está tierna.
Entonces dejamos la calabaza cocida escurriendo el líquido en un colador.
Cuando esté bien escurrida la machacamos con un tenedor y dejamos que enfríe por completo.
Cuando la calabaza esté fría continuamos la elaboración poniendo en un bol grande el azúcar y los huevos...
... y los batimos bien usando varillas eléctricas hasta que la mezcla esté espumosa.
Entonces vamos añadiendo el aceite de girasol poco a poco sin dejar de batir.
A continuación añadimos el puré de calabaza sin dejar de batir con las varillas eléctricas hasta que esté integrado.
En otro bol echamos la harina tamizada, la levadura tamizada y el bicarbonato, y mezclamos bien con una cuchara.
Luego vamos echando la mezcla de harina, poco a poco, a la mezcla anterior utilizando una lengua...
... hasta que todo esté bien integrado.
Engrasamos un molde para bizcochos rectangular y luego lo forramos con papel de horno y vertemos la mezcla de la coca.
Lo siguiente es lustrarla añadiendo las 3 – 4 cucharadas de azúcar por encima a modo de lluvia hasta cubrir toda la superficie.
Precalentamos el horno a 175ºC, metemos la coca y la horneamos durante 40 minutos confirmando con palito que salga limpio.
Entonces la sacamos del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla.
Una vez fría, usando un cuchillo de sierra, puedes partirla en cuadritos.
La coca de calabaza está lista para comer.
Como siempre digo, cuidado con los ratones que pululan por la cocina, que te dejarán rápidamente sin coca.