Empezamos preparando la mermelada de melocotón y para ello elegimos un melocotón maduro de buen peso (este pesaba 170 gramos pelado).
Lo pelamos y cortamos la pulpa en trocitos que ponemos en un cazo al fuego con la mitad de su peso en azúcar.
Dejamos que vaya cociendo hasta que el azúcar se vaya disolviendo y la fruta empiece a ablandar.
Pasado el tiempo tendremos la mermelada que vertemos en un bol dejándola atemperar para su uso posterior.
Lo siguiente es elaborar la mousse de chocolate blanco y empezamos hidratando las hojas de gelatina en un plato con agua fría.
A la par derretimos el chocolate blanco al baño María poniéndolo troceado en un bol sobre un caldero con un poquito de agua que no tenga contacto con el bol...
... hasta que el chocolate haya fundido, en cuyo momento lo retiramos del fuego.
En un cazo ponemos a calentar la leche sin dejar que hierva y agregamos la gelatina hidratada bien escurrida disolviéndola en la leche.
Retiramos la leche del fuego y la vertemos sobre el chocolate blanco fundido mezclando bien hasta tener una mezcla homogénea.
Montamos la nata fría con ayuda de unas varillas eléctricas hasta que esté semimontada...
... y la vamos vertiendo en tres partes en el bol del chocolate fundido...
... incorporándola por completo con ayuda de una lengua y movimientos envolventes hasta que la nata quede totalmente integrada.
Vertemos la mousse en vasitos o copas con ayuda de un cucharón y los ponemos a refrigerar en la nevera hasta que cuaje por completo durante unas horas.
Pasado el tiempo podemos montar el plato y para ello sacamos los vasitos o copas de la nevera y ponemos una cucharada de mermelada de melocotón casera por encima.
Tu mousse de chocolate blanco y mermelada de melocotón está lista para comer.