Empezamos aromatizando el azúcar poniendo en un bol la ralladura de una naranja grande con el azúcar blanquillo y mezclándolos con una cuchara.
Añadimos el queso crema...
... y mezclamos hasta tener una crema homogénea.
Incorporamos el huevo y una pizca de sal...
... mezclándolos para luego agregar el zumo de naranja y seguimos mezclando.
En un bol mezclamos y tamizamos la harina y la levadura y la vamos echando a la mezcla anterior poco a poco en varias tandas.
Veremos cómo la mezcla va espesando y terminamos amasando manualmente hasta tener una masa que no se pega a las manos ni a las paredes.
Para hacer las rosquillas nos untamos las manos con aceite y tomamos porciones de masa del tamaño de una nuez pequeña que boleamos...
... para luego aplastarlas y hacerles un agujero en el centro con el dedo índice hasta darle la forma de rosquillas.
Calentamos el aceite de girasol en un cazo y luego vamos poniendo las rosquillas, en grupos de cuatro o cinco, a fuego moderado.
Al medio minuto, más o menos, subirán a la superficie del cazo...
... y les vamos dando la vuelta con una cuchara, una brocheta de madera o una espumadera, para que vayan dorándose.
Cuando estén bien hechas...
... las vamos colocando en un plato con papel de cocina a escurrir del exceso de aceite.
Aún calientes las vamos rebozando en azúcar, bien azúcar normal, azúcar glas o una mezcla de ambos.
Tus rosquillas de naranja y queso están listas para comer.