Empezamos poniendo todos los ingredientes, es decir, el queso quark, los yogures, los huevos, el azúcar y la harina de trigo, en un bol grande...
... mezclándolos bien con unas varillas manuales hasta que la masa esté integrada y sin grumos.
Usé un molde redondo de 21 centímetros de diámetro forrando la base y los laterales con papel de horno engrasándolo con un poquito de aceite de girasol.
Volcamos toda la masa de la tarta en el molde y la metemos en el horno precalentado a 175ºC horneándola durante 45 minutos.
Pinchar con un palito en la parte central para confirmar que está bien cocida, apagamos el horno y dejamos la tarta en su molde dentro del horno con la puerta entreabierta durante unos 15 minutos.
Pasado el tiempo la sacamos del horno y la dejamos enfriar poniéndola sobre una rejilla metálica dejándola enfriar por completo para luego meterla en la nevera, sin desmoldar, durante unas horas.
Yo la tuve de un día para otro.
Pasado el tiempo decoramos la tarta con la mermelada que hayamos elegido, en este caso utilicé una mermelada casera de ciruelas rojas, y vertemos 3 – 4 cucharadas de la mermelada por encima...
... extendiéndola con el dorso de una cuchara hasta que ocupe toda la parte superior de la tarta.
La mantenemos refrigerada hasta el momento de su consumo.
Entonces la sacamos de la nevera y la desmoldamos poniéndola en el plato de presentación.
La cortamos en porciones y la servimos.
Tu tarta de queso quark y mermelada de ciruelas rojas está lista para comer.