Empezamos la elaboración forrando y engrasando un molde redondo de 26 centímetros de diámetro para luego preparar la base de la tarta.
Trituramos las galletas María y las mezclamos con la mantequilla derretida al microondas cubriendo la base del molde con dicha mezcla.
Empezamos a hacer la tarta cascando los cuatro huevos en un bol batiéndolos con varillas eléctricas durante tres minutos.
Cuando estén batidos añadimos, poco a poco y sin dejar de batir, la nata.
Agregamos los dos sobres de cuajada (o la Maizena)...
... y la disolvemos en la mezcla para finalmente incorporar el queso mascarpone...
... sin dejar de batir hasta tener toda la mezcla integrada y sin grumos.
Volcamos la mezcla en el molde sobre la base de galletas y mantequilla sacudiéndolo con las dos manos para alisar la superficie.
Metemos la tarta en el horno precalentado a 180ºC y la tenemos horneando una hora y media.
Si ves que la tarta empieza a dorar demasiado la superficie, protégela con papel de aluminio con cuidado para que no roce la tarta.
Pincha con un palito y cuando salga limpio saca la tarta del horno y espera a que enfríe poniéndola sobre una rejilla.
Cuando la tarta enfríe desuflará por el centro.
Cuando haya enfriado refrigérala hasta el momento en que vayas a ponerle la cobertura.
Entonces volcamos la mermelada de fresas en un cazo al fuego teniéndola unos minutos hasta que tome un poco de temperatura y esté diluida.
Entonces la vertemos sobre la tarta con ayuda de una cuchara y volvemos a refrigerarla.
Cuando la vayas a servir córtala en porciones.
Tu tarta de queso mascarpone al horno está lista para comer.
Córtala en porciones para servirla.