Te sugiero que empieces elaborando un caldo de pescado y para ello ponemos al fuego, en un caldero con un fondo de aceite de oliva, las cabezas de los gambones, los huesos y la piel del pescado (usé de mero), unos trocitos de salmón marinado, media cebolla, un tomate, un trozo de pimiento verde, un puñado de sal gorda y un puñadito de perejil fresco.
Luego vertemos el agua en cantidad suficiente para obtener el caldo (necesitaba 1,5 litros) dejándolo cocer...
... desde que rompe a hervir, durante unos 15 minutos.
Durante la cocción aparecerá espuma en la superficie por las impurezas y el contenido de las cabezas de los gambones, por lo que te aconsejo que desespumes el caldo.
Pasado el tiempo de cocción colamos bien el caldo y lo reservamos para su uso posterior.
Cuando vayamos a hacer el arroz ponemos en un caldero alto un fondo de aceite de oliva y doramos el pescado por las dos caras...
... para después reservarlo en un plato.
En el mismo aceite doramos los ajos picaditos...
... añadiendo la cebolla picadita dejándola a fuego moderado hasta que ablande.
Entonces agregamos los tomates rallados y el vino blanco que nos ayudará a desglasar el fondo del caldero.
Cuando haya evaporado el alcohol y haya desaparecido el agua de los tomates añadimos el arroz especial para risottos dejándolo nacarar durante apenas un minuto...
... y será el momento de verter el caldo de pescado en una proporción de 3,5 veces la cantidad de caldo por 1 parte de arroz.
El arroz tardará entre 18 – 20 minutos en estar bien cocido desde el momento que rompe a hervir y vigilaremos por si precisa añadir más cantidad de caldo.
Cuando falten unos minutos para terminar la cocción del arroz preparamos el pescado que vamos a añadir, en este caso también los cuerpos de los gambones troceados y el salmón marinado cortado en trocitos.
Añadimos al caldero el mero que habíamos dorado previamente,
los gambones y el salmón troceado.
Por último, añadimos unas tiras de pimiento asado y unas ramitas de perejil fresco picado.
Se debe comer de inmediato para evitar que el arroz siga absorbiendo el líquido.
Tu arroz caldoso de mero y salmón está listo para comer.