En un bol ponemos los dos huevos...
...añadimos la leche y el aceite...
... y removemos todo bien.
Una vez revuelto añadimos la harina tamizada, la levadura, una pizca de sal y las 3 cucharadas de azúcar.
Seguimos removiendo bien ayudándonos de unas varillas eléctricas hasta que quede una masa lisa y sin grumos.
Ponemos el aceite de girasol a calentar en un cazo y cuando esté bien caliente, con ayuda de una cuchara vamos poniendo la masa de los buñuelos.
Al ser buñuelos se suflan rápidamente y suben a la superficie.
Controlamos que se queden doraditos sin llegar a quemarse,
los sacamos del cazo y los ponemos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
En una picadora introducimos el azúcar para que se quede semimolida y con ella rebozamos los buñuelos.
Se toman templados o fríos acompañados de una buena taza de chocolate o un buen café.
Realmente, he de decir que los buñuelos de Carnaval quedaron muy buenos y mi familia dio buena cuenta de ello.