Empezamos la elaboración preparando las trufas de chocolate y para ello derretimos, en un cazo, la nata, la mantequilla y el azúcar blanquilla.

Mientras va calentando ponemos en un bol las chispas de chocolate con leche...

... y cuando estén fundidos...

... vertemos la mezcla en el bol del chocolate...

... dejándolos unos minutos para luego remover con una lengua.

Dejamos atemperar un poco para luego meter la mezcla en una manga pastelera y vamos poniendo porciones de la masa en una bandeja sobre papel de hornear, sin importarnos mucho que tengan un tamaño diferente.

Metemos la bandeja en la nevera y cuando hayan endurecido vamos sacando porciones, hacemos bolitas con las palmas de las manos (me las cubrí con guantes de látex) y las rebozamos en cacao en polvo puesto en un bol pequeño.

Conforme tengamos las trufas boleadas y rebozadas en cacao las vamos poniendo en otra bandeja sobre papel de hornear.

El siguiente paso es ponerles una cobertura de chocolate negro y para ello troceamos el chocolate negro...

... y lo derretimos al baño María en un bol con dos cucharaditas de manteca de cerdo.

Cuando el chocolate negro esté fundido...

... vamos echando las trufas de chocolate, una a una, en el chocolate negro fundido...

... hasta cubrirlas por completo.

Para hacerlo me ayudé con un par de tenedores para luego ir colocándolas de nuevo en la bandeja...

... hasta tenerlas todas cubiertas.

Si observas bien la imagen verás que algunas trufas están bien escurridas y otras, sin embargo, no.

Metemos la bandeja con las trufas cubiertas en la nevera para que se endurezca la cobertura.

Nos queda el último paso, que es decorar las trufas con chocolate blanco fundido.

Para ello colocamos el chocolate blanco troceado en un bol para derretirlo al baño María.

Ayúdate con una lengua y hazlo a fuego bajito para que el chocolate blanco se derrita bien.

Una vez fundido el chocolate blanco mételo en una manga pastelera y usa una boquilla finita para hacer la decoración a tu gusto.

Sacamos las trufas de la nevera y las decoramos.

Volvemos a meter las trufas terminadas en la nevera para que se endurezca el chocolate blanco.

Para presentarlas ponlas en cápsulas de papel, como las usadas para los bombones, y déjalas en una bandeja de presentación.

Las trufas de chocolate con cobertura de chocolate están listas para comer.

Puedes agruparlas para repartirlas entre los tuyos.