Empezamos la elaboración preparando las almendras peladas...

... que ponemos en el vaso de la trituradora...

... y las trituramos someramente dejando trozos de almendra, y las ponemos en un bol amplio con la mantequilla, la harina tamizada y la ralladura de un limón.

Mezclamos ligeramente con ayuda de una cuchara.

Continuamos agregando el azúcar blanquilla pero reservando unas tres cucharadas para un paso posterior. Añadimos también el extracto de vainilla y volvemos a mezclar bien.

Ahora toca incorporar la yema de huevo...

... y continuamos mezclando usando las manos durante cinco o diez minutos hasta tener todos los ingredientes integrados.

Preparamos el mode (en mi caso, usé un molde redondo de 21 centímetros de diámetro que engrasé y envolví en papel de horno tanto la base como las paredes laterales) y vertemos dos terceras partes de la masa extendiéndola con una espátula.

Dejamos en el bol la otra tercera parte de la masa...

... incorporándole las almendras sin pelar...

... mezclándolas bien con la masa y vertiéndola finalmente en el molde.

Lustramos la Sbriciolona espolvoreando las tres cucharadas de azúcar blanquilla que habíamos reservado por encima del pastel.

Precalentamos el horno a 180ºC y metemos el pastel en el horno y lo tenemos horneando unos 50 minutos. Comprobamos con palito que salga limpio.

Entonces lo sacamos del horno dejándolo enfriar antes de desmoldarlo.

La cocina huele riquísimo a almendras tostadas.

La Sbriciolona está lista para comer.

Repártela en porciones entre los comensales.