Nota: de estos ingredientes no es necesario poner grandes cantidades, solo una pequeña de cada uno. Por ejemplo, de acelgas, 1 o 2 hojitas, no muy grandes; 1 trocito de col también pequeño, y así de cada cosa.
En un caldero ponemos un diente de ajo y lo dejamos dorar bien con un chorro de aceite de oliva.
Cuando esté bien dorado, añadimos las verduras picaditas.
Las judías blancas, si son de bote, hay que lavarlas muy bien y dejarlas escurrir.
Seguidamente añadimos agua y sal hasta cubrir. Si se tiene caldo de pollo, podemos añadírselo, que queda con mucho más sabor. También podemos usar un tetrabrick de caldo ya preparado, que está también muy bueno. Dejamos que todo esto cueza a fuego medio unos 20 ó 25 minutos.
Preparamos la cantidad de pasta maravilla que se va a usar (un puñadito pequeño, ya que el granito crece, y si echas mucho se te espesaría demasiado el caldo).
A continuación añadimos las judías.
Y luego, añadimos la pasta maravilla.
Dejamos hervir unos 4 ó 5 minutos. Con esto, ya está lista para comer. Si en algún momento no has calculado el granito y te queda algo espesa, puedes añadir algo de agua caliente, bien sola o con un cubito de caldo de carne o de pollo.