Este es un plato con un cuscús falso, ya que es un cuscús precocido. Es más rápido de cocinar, pero no es el auténtico que preparan los árabes. Está muy rico, así que les propongo que lo hagan.
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva doramos los taquitos de pollo previamente salpimentados y reservamos en un plato.
En la misma sartén, añadimos la cebolla, el pimiento y el calabacino cortados en tiritas. Añadimos los orejones cortaditos en trozos.
Seguidamente, al gusto, se pueden añadir unas pasas, previamente hidratadas con un poco de agua caliente.
A continuación, cuando está todo más o menos pochado, añadimos una cucharadita de canela, un poco de jengibre rallado y mezclamos todo.
Finalmente, añadimos el pollo, dejamos que se mezcle todo para que tome los sabores y a continuación apagamos el fuego.
Ponemos una cama de cuscús ya preparado en el fondo del plato.
En este caso, está presentado con un molde, que puedes adquirir en cualquier tienda especializada o también en las tiendas de los chinos.
Ponemos encima de la cama de cuscús la preparación que hemos hecho, prensamos todo un poco, ayudándonos de una cuchara, levantamos el aro y quedará con la forma de la primera fotografía.
Este día yo lo acompañé con los falafel y una salsa de yogur, pero cada uno puede utilizarlo como más le guste.
Si se quiere, a esta preparación se le puede añadir un bote pequeño de garbanzos cocidos.