En un recipiente ponemos la harina, el aceite de girasol y los huevos.

Añadimos el azúcar.

Añadimos la leche, el polvo Royal (levadura) y el cacao.

Lo batimos todo bien con una varilla eléctrica hasta que quede bien disuelto.

Untamos un molde con mantequilla, ayundándonos de una servilleta de papel.

Espolvoreamos con harina, de tal forma que quede el molde todo cubierto de la harina para que no se pegue. Damos unos golpes para desechar la harina sobrante.

Vertemos el contenido de la masa en el molde para introducirlo en el horno que habremos precalentado a 220ºC.

Una vez dentro del horno bajamos la temperatura a 180ºC y dejamos que se cueza durante 50 minutos. Para comprobar que esté hecho introduce un palito o la punta de un cuchillo. Cuando salga limpio es que está terminado. Hago ésta aclaración ya que todos los hornos no funcionan igual. Por eso aconsejo vigilarlo de cuando en cuando.

Una vez terminado esperamos a que se enfríe para desmoldarlo.

Por otro lado ponemos a derretir, al baño María, una tableta de chocolate negro con un trozo de mantequilla para que le dé más brillo al chocolate.

Una vez derretido el chocolate cubrimos todo el bizcocho ayudándonos de una espátula.

Seguimos hasta que quede todo cubierto.

Colocamos en la nevera para que endurezca el chocolate durante un par de horas. Tu bizcocho de chocolate está listo para comer.

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