Te propongo que en lugar de cortar los calamares en rodajas, como siempre, los cortes en tiritas finas.
Preparamos la tempura mezclando la harina con el agua con gas bien fría.
Batimos enérgicamente con unas varillas manuales hasta que desaparezcan los grumos.
Yo utilizo esta harina de tempura.
Salamos los calamares y los introducimos en la mezcla.
Mientras, ponemos una sartén con abundante aceite de girasol y cuando esté bien caliente comenzamos a freír los calamares.
Los tendremos friendo unos 2 minutos y medio por cada lado, ya que tiene que quedar la masa bien crujiente. Una vez fritos los vamos colocando sobre un papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.
Están listos para comer. Acompáñalos con una ensalada, que aún es época de “operación bikini”.