Pelamos y cortamos las batatas en rodajas, las cubrimos con agua y le añadimos la corteza de limón, un palito de canela y 2 semillas de anís estrellado.
Cuando empiece a hervir tardará unos 10 – 15 minutos en que se ponga tierna. Las escurrimos y retiramos el palito de canela, las semillas de anís y la corteza del limón y dejamos que se enfríe.
Ponemos las batatas en un bol y las machacamos con la ayuda de un tenedor. Nunca utilices máquina eléctrica ya que la batata cogería liga y no es conveniente.
Trituramos las almendras sin llegar a que sea todo polvo para que al comerlas encontremos trocitos de almendras, rallamos otro limón y añadimos una cucharadita de canela en polvo.
Se los añadimos a la batata.
Añadimos el azúcar y el chorrito de Marie Brizard.
Removemos todo bien y dejamos reposar hasta que se enfríe.
Ayudándonos de una cuchara ponemos un poquito de la masa sobre las obleas.
Dichas obleas ya vienen hechas y nos facilitan el trabajo. Las cerramos por la mitad y las prensamos con ayuda de un tenedor.
Las ponemos a freír en abundante aceite de girasol vigilando que no se nos quemen y las sacamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Con la ayuda de un colador espolvoreamos con el azúcar glass para decorar. Las truchas de batata están listas para comer. Pueden comerse templadas y frías.