Decimos al carnicero que nos trocee los conejos y el día anterior los ponemos en un bol amplio y los salamos con sal gorda.
En un vaso de la minipimer ponemos los ajos pelados con el pimentón y para facilitar el triturado le añadimos un chorrito de vinagre.
Cuando esté triturado añadimos un chorro generoso de aceite de oliva y seguimos triturando.
Volcamos la mezcla sobre el conejo.
Añadimos también unos trozos de pimienta picona y 2 hojas de laurel.
En el mismo vaso triturador ponemos el vaso de vino blanco junto con el romero, el tomillo y unos trocitos de pimienta picona...
... y trituramos todo bien vertiéndolo sobre el conejo.
Ayudándonos de las manos embadurnamos muy bien todos los trozos de conejo,
lo cubrimos con film transparente y lo metemos en la nevera hasta el día siguiente.
En el momento de freír el conejo ponemos unas 4 cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia y cuando esté bien caliente vamos introduciendo los trozos de conejo para freírlos...
... dejando que se doren bien por ambos lados...
... y los vamos reservando en un caldero grande.
Cuando esté todo el conejo bien frito volcamos en la misma sartén el adobo del conejo y lo dejamos hervir unos minutos...
... y volcamos todo el adobo sobre el conejo.
Una vez volcado dejamos que hierva a fuego moderado, removiendo bien todos los trozos de conejo para que se calienten y se impregnen con su adobo.
En este momento tu conejo en salmorejo está listo para comer acompañado de unas papas sancochadas o arrugadas.
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