Preparamos los ingredientes.
En un caldero calentamos la nata con la leche condensada...
... y lo ponemos a hervir.
Antes de que comience a hervir disolvemos la cuajada en la leche...
... y la añadimos a la mezcla sin dejar de remover.
Echamos también las almendras laminadas...
... y seguimos removiendo sin parar con la ayuda de una lengua de cocina hasta que espese.
Ahora vertemos todo en el molde o los moldes que vayamos a usar.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego refrigeramos en la nevera durante unas horas antes de servir, aunque siempre es mejor de un día para otro.
Para servirlo, lo cortamos en porciones y lo acompañamos con miel, melaza o sirope de frutos rojos.
El pastel de cuajada con almendras está listo para comer.