Limpiamos bien los limones y vamos preparando cada uno de ellos cortándoles un trocito de la parte inferior para que queden estables...
... y un trozo mayor de la parte superior, que formará la tapa. Lo reservamos.
Ahora vamos retirando la pulpa de los limones con cuidado de no perforarlos.
Como puedes observar, numeramos los limones y las tapas para que luego coincidieran.
Ponemos las pulpas de los limones en un bol y las exprimimos para obtener zumo de limón.
Para la elaboración nos bastará con medio vasito de zumo de limón, que reservamos.
Separamos las claras de las yemas de los huevos.
Ponemos en otro bol los ingredientes secos (harina, levadura y sal) y los mezclamos con una cuchara.
Ahora añadimos a las yemas el zumo de limón y 120 gramos (la mitad) de azúcar...
... y batimos bien utilizando varillas eléctricas.
Ahora vamos añadiendo, poco a poco, los ingredientes secos...
... sin dejar de batir hasta tenerlos bien mezclados.
Luego batimos las claras con los otros 120 gramos de azúcar...
... hasta que tenga una consistencia cremosa...
... y vamos agregando, poco a poco y con movimientos envolventes, las claras a la mezcla anterior...
... ayudándonos de una lengua...
... hasta finalizar con las claras...
... y tenerlas completamente integradas.
En este momento tenemos que ir rellenando los limones que hemos vaciado con esta mezcla final, sin pasar de la mitad porque se te rebosarán al hornear.
Si te sobrara mezcla, rellena otros recipientes para utilizarlos también.
Precalentamos el horno a 175ºC, los metemos en el horno y horneamos durante 35 minutos comprobando con palito que están hechos, y vigilando que no se queme la superficie.
Mételos a refrigerar en la nevera unas horas antes de servirlos, aunque los pastelitos de limón están mejor de un día para otro. ¡Disfrútalos en buena compañía!