Empezamos la elaboración hidratando las hojas de gelatina en un plato hondo con agua hasta cubrirla, dejándolas unos diez minutos.
Al mismo tiempo colocamos la piña con su jugo en el vaso de la batidora...
... triturando bien.
Agregamos el azúcar blanquilla y continuamos triturando hasta integrar.
Entonces pasamos toda la mezcla a un cazo y lo ponemos a fuego bajito.
Cuando se haya hidratado la gelatina la escurrimos ligeramente y la agregamos al cazo con la mezcla de piña caliente, removiendo unos minutos hasta que la gelatina se haya integrado.
Entonces separamos el cazo del fuego y dejamos atemperar.
A la par en un bol ponemos la nata fría batiéndola con varillas eléctricas hasta que esté semimontada.
Agregamos el azúcar glass y continuamos batiendo hasta tener la nata montada.
En dicho momento vertemos la mezcla con la piña en el bol de la nata montada...
... removiendo con una lengua con movimientos envolventes hasta que esté perfectamente integrada.
Con un cazo vamos rellenando los cuencos individuales, en este caso vasitos, donde vayamos a colocar nuestra mousse de piña.
Solo queda refrigerarla metiéndola en la nevera hasta que cuaje, al menos dos horas y mejor toda la noche.
La mousse de piña está lista para degustar.