Te aconsejo que empieces diluyendo la levadura fresca de panadería en los 300 mililitros de agua templada.
Mientras, ponemos en un bol grande las dos harinas y la sal y las mezclamos.
Formamos un cráter en el centro y volcamos la levadura diluida en el agua y removemos con una cuchara de madera.
Luego vertemos el aceite de oliva y el azúcar y seguimos mezclando.
Cuando esté consistente pasamos la masa a la tabla enharinada y continuamos amasando manualmente hasta que no se pegue.
Nos costará unos 10 – 15 minutos y entonces formamos 2 bolas...
... y las ponemos en el bol con un chorrito de aceite de oliva en el fondo.
Tapamos el bol con un paño limpio o con film y dejamos que leve hasta duplicar el volumen.
Tardará una hora, más o menos.
Retiramos el paño o el film...
... y pasamos las bolas a la tabla enharinada para desgasificarlas.
Precalentamos el horno a 250º, forramos una bandeja de horno con papel de horno, ponemos las bolas y le hacemos unos cortes por encima con un cuchillo o una rasqueta y las espolvoreamos con un poco de harina.
Las metemos en el horno y las horneamos a 180º durante 50 – 55 minutos hasta que las veamos doradas y la corteza esté crujiente.
Déjalo atemperar antes de consumirlo.
Tu pan casero fácil está listo para comer.
Córtalo en rebanadas y sírvelo.