Empezamos la elaboración mezclando en un bol pequeño la leche templada al microondas con la levadura seca de panadería y el azúcar dejando en reposo durante diez minutos.
En otro bol grande ponemos la harina de fuerza con la sal y la mantequilla mezclando dichos ingredientes con una cuchara.
Cuando hayan pasado los diez minutos vertemos en el bol de la harina la levadura activada.
Mezclamos todos los ingredientes y amasamos manualmente durante unos diez minutos hasta tener una masa suave y elástica que se separa de las paredes y la ponemos en el bol,
espolvoreamos harina por encima y la cubrimos con film dejándola levar hasta duplicar su volumen (durante una hora aproximadamente).
Retiramos el film...
... pasamos la masa a una tabla golpeando hacia atrás empujando el aire fuera de la masa y la volvemos a dejar en reposo en el bol unos quince minutos para que el gluten se relaje.
Pasado el tiempo la retomamos en la tabla...
... y la cortamos en seis porciones iguales que pesaban unos 99 gramos cada una.
Las boleamos...
... y las colocamos en una bandeja apta para horno espolvoreando abundante harina por encima.
En mi caso era un molde de veinte centímetros de diámetro, alto, no desmoldable.
Lo dejamos de nuevo cubierto con film...
... a temperatura ambiente durante otros cincuenta minutos hasta que vuelvan a duplicar.
Habremos precalentado el horno a 200ºC y metemos el molde con los panecillos y los tenemos horneando entre 15 – 20 minutos.
En mi caso estuvieron 20 minutos.
Sabrás que están bien horneados cuando al tocarlos por debajo suenen a huecos.
Entonces los sacamos del horno y los ponemos sobre una rejilla.
Desmóldalo dándole la vuelta sobre una bandeja...
... y separa los panecillos con cuidado con ayuda de un cuchillo de sierra.
Tus panecillos de Waterford están listos para comer.
En casa los tomamos untados con mantequilla y embadurnados con una mermelada casera de mango.
Deliciosos.